Un matrimonio es entrevistado en un programa de televisión por no haber tenido ni una sola discusión después de cincuenta años de convivencia.
Todo curioso, el periodista les pregunta:
- ¿Pero es cierto que nunca han tenido ninguna discusión?, ¿ni siquiera por la pasta de dientes?
Nunca, respondió la mujer.
- ¿Y cómo es eso posible?. Deben quererse y comprenderse muchísimo.
Bueno, cuando nos casamos, mi marido tenía una yegua preciosa; era la criatura que más amaba sobre la Tierra y no dejaba que nadie se le acercase.
El día de nuestra boda salimos de la iglesia en una carroza tirada por la yegua; anduvimos algunos metros y la yegua tropezó. Mi marido miró de reojo a la yegua y le dijo:
- Uno.
Después de algunos metros más, la yegua volvió a tropezar. Mi marido se encaró con la yegua y le dijo:
- Dos.
La tercera vez que la yegua tropezó, mi marido no dijo nada, sacó la escopeta y le metió seis balazos al pobre animal. Entonces, le pregunté aterrada:
¿Se puede saber por qué has hecho eso?. Y mi marido me miró fijamente y me dijo:
- Uno.
Después de aquella vez, jamás hemos discutido y nos llevamos de maravilla.