En una iglesia llega una monja corriendo y gritando, y se encuentra con la madre superiora, que está toda despeinada y con el hábito roto, y le dice:
"Madre superiora, me pasó algo terrible, ¡mire como me dejó una avispa!"
"Eso no es nada", le dice la madre superiora, "¡mira como me dejo el obispo!"
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