Una monja cruza el bosque rumbo a su convento, cuando aparece entre los árboles un joven desnudo que la tira al suelo y la viola.
Una vez consumado el hecho, el joven se arrepiente y se lamenta:
"Soy un criminal, no merezco el perdón, haberle hecho esto a usted ¿qué pasará con usted hermanita? ¿qué va a hacer?"
"No te apenes hijo, iré a confesarme y diré que al cruzar el bosque un hombre me atacó y que me violé tres veces consecutivas... digo... si no estás muy cansado..."
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