Se encuentran dos amigos judíos. Uno de ellos viene con cara triste
- ¿Por qué estás triste, Samuel?
- ¿Te acuerdas que hace dos meses se murió mi tía Judith y me dejó cien mil dólares?
- Sí, cómo no me voy a acordar.
- ¿Te acuerdas que el mes pasado se murió mi abuelo Jacobo y me dejó medio millón de dólares? - Claro que me acuerdo.
- ¿Te acuerdas que el mes pasado se murió mi abuelo Jacobo y me dejó medio millón de dólares? - Claro que me acuerdo.
- Bueno, en este mes todavía no se murió nadie. ¿Cómo no quieres que esté triste?
No hay comentarios:
Publicar un comentario