Pedro está de noche en el cementerio. De pronto se le aparece un vampiro, y le dice:
"Te agachas o te mueres"
Pedro se agacha, y al estar en posición, el vampiro se lo fornica.
En eso se inicia un diálogo.
"Cómo te llamas?" pregunta el vampiro.
"Pedro."
"¿Eres casado?"
"Sí, tengo tres hijos."
"¿Trabajas?"
"Sí, de noche."
"¿Cuantos años tienes?"
"45."
"¡Ay, Pedro, estás muy viejo para creer en vampiros!"
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