Un grupo de monjas se va a confesar; la primera comienza:
"Padre, me he reído en misa".
"Está bien, hija, reza un rosario".
Viene la segunda:
"Padre, me he reído en misa".
La tercera dice lo mismo, y la cuarta, y la quinta, hasta que llega la última y el sacerdote se adelanta:
"Ya sé, tú también te reíste en misa".
"No, padre, yo fui la que me tiré el pedo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario