
En un restaurante de Hollywood, una mujer yanqui, entrada en años y entrada en kilos, se levanta de su mesa y llama al mozo. 
- Vea. aquel señor me ha faltado. 
El mozo mira y se asombra. 
- Disculpe, eso no es posible. Ese señor es Brad Pitt. 
- Ya lo sé. Por eso le digo: 
me ha faltado y me faltará siempre.
 
 

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