sábado, 25 de julio de 2009

En el cementerio


Hannah, una viuda judía, va al cementerio a visitar la tumba de su esposo. La acompaña una amiga.
- ¿Cuál es la tumba de tu finado Abraham?
- Esa —dice, señalando una lápida.
- Pero, ahí dice "Hannah" y no "Abraham".

- Es que mi marido tenía la costumbre de poner todo a mi nombre para evitar los impuestos.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...