martes, 25 de mayo de 2010

El Pozo de los deseos


Una pareja fue a un pozo de los deseos.
El marido se inclinó, pidió un deseo en silencio, y tiró una moneda.
Siguió el turno de la esposa, pero cuando ella se inclinó sobre el borde del pozo, perdió el equilibrio y cayó.
El marido estaba sorprendido, pero después sonrió y dijo,

"¡Caramba, realmente funciona!"

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